Entre la Kaf y la Nun se esconde el secreto de toda existencia. Un mandato divino que no requiere demora, ni preparación, ni esfuerzo. Cuando el Creador quiere algo, simplemente dice “Sé”, y es. En esta expresión sagrada, el corazón humano descubre el poder absoluto de Aquel que no conoce debilidad ni obstáculo.
Todo lo que te rodea, desde el suspiro más pequeño hasta el océano más inmenso, nació de una sola palabra: “Kun”. Es el eco eterno de la Voluntad Divina, fluyendo a través del tiempo y el espacio, dando vida a lo que antes no era nada. Y cuando tu corazón se siente pesado bajo el peso de las pruebas, recuerda que el alivio puede llegar entre la Kaf y la Nun—de repente, sin aviso, por un decreto al que nada puede resistirse.
Entre estas dos letras yace el fin de toda desesperación. Pues Aquel que sostiene el universo en Su palabra no encuentra dificultad alguna en transformar la tristeza en alegría, la escasez en abundancia, la debilidad en fuerza. El hombre, con todas sus limitaciones, lucha por cambiar los pequeños detalles de su vida, mientras que tu Señor, con una sola palabra, cambia el destino de naciones y mundos.
Así que no mires tus problemas con los ojos de tu propia impotencia, sino contemplemos todo a la luz de Aquel que dice “Sé”, y lo imposible se convierte en realidad. Porque todo lo que esperas, todo lo que temes, todo lo que ni siquiera puedes imaginar, descansa entre estas dos letras.
Y cuando tu corazón vague, recuerda: la llave de tu vida, de tu futuro y de tu eternidad no es otra que este sublime misterio—entre la Kaf y la Nun.